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Cierzo y Niebla

MURIÓ MARIANO LABORDA GRACIA, EL LABORDA

Vaya, parece ser que en poco tiempo vamos a perder  en Híjar a diferentes personas que han dedicado una parte importante de su vida a hacer cosas por su pueblo, hace unos días fue El  José “El Prisco”, y hoy es El  Mariano “El Laborda”.

 

Como se que en este foro entran mas jóvenes que viejos, pues no esta mal que los jóvenes también sepan quien fue este hombre, al margen de la “cabezica” que tiene en el Clavario.

 

Este hombre de 94 años, que murió el día 25 de septiembre, que llevaba un montón de años con la salud delicada y que no ha parado hasta el último día de su vida de hacer cosas por su pueblo y por los alrededores de su pueblo, fue enterrado el domingo día 27, tras habérsele hecho la misa de funeral a las 12 en la Iglesia de San Antón.

 

Una mesa, un ramo de flores, una corona de La Ruta del Tambor y el Bombo y un estandarte negro “Cuadro Artístico 1948”. Y allí, en la mesa el jarrón con las cenizas de Mariano. Un banco para algunas de las autoridades de Híjar, dos ex alcaldes y el Presidente de la Ruta.  Otro banco para la familia. Lo demás gente del pueblo que justo lleno la pequeña Iglesia de San Antón y escuchó las palabras siempre precisas de Carlos.

 

Para el que escribe esto, de la manera más personal, se ha ido una persona a la que conocí a rachas. Unas temporadas nos veíamos mucho y otras veces se pasaban casi años sin nada. Pero yo siempre lo encontré igual, siempre sabías dónde estaba y a donde iba. Transparente y limpio como el cristal. Te gustaría o no lo que veías, pero no engañaba.

 

Soy de los que opinan que se necesitan muchos Labordas, que hubiera sido una bendición para Hijar y sus alrededores haber tenido un ciento y que a cada uno le hubiera dado por un amor, como para Mariano fue La Semana Santa dentro de SU HIJAR. Los que quisieron ser “labordistas”, pocas veces estuvieron a su altura, incluso me atrevo a decir que en muchas ocasiones han deslucido su obra.

 

Siempre estaba atento a todo lo que pasaba en su pueblo y le gustaba que le contaras, a mi también me gustaba contarle, ya que él iba poniendo muletillas a lo que se hablaba y aquello a mi me encantaba. Cuando te contaba él, aquello era una maravilla, cosas y cosas, montones de muletillas que eran consejos de cómo hacer las cosas para conseguirlas.  Conocedor como pocos de cómo somos las gentes de su pueblo, levantaba la cabeza, en la que siempre había una “guainica” que apoyo en montones de despachos a los que fue a pedir cosas para su pueblo, y adelante.

 

También había muchas cosas en las que no estábamos de acuerdo, pero hablarlas era un buen ejercicio para ambos. Mas para mí que para el, ya que yo aprendía mas, él, sabía mucho mas que yo.

 

Sus libros: Dos de Recuerdos de Hijar, un Martirologio y el último que en estos momentos no se cómo tituló, pero que enumera año tras año lo que el Cuadro Artístico hizo, son libros que todos los hijaranos tendrían que leer. Al margen de las ideas, ya que a menudo he encontrado gente que los critica sin haberlos leído. Han sido un trabajo importantísimo para no perder lo que es la historia de Hijar, a la vez que una “machada” por su parte hacer semejante cosa, al margen de muchas otras. Quizá la mas pequeña sea El Calvario y eso que es lo que mas abulta, son las montonadas de horas que dedicó en su vida a todas las cosas que tuvieran relación con su pueblo, diría que todas las de su vida. Ya que a veces me comentaba que cuántas veces por hacer teatros, pregones, obras, peticiones, etc… dejaba a su mujer y sus dos hijas y él, hala, a darle.

 

En su funeral eche de menos a gente, gente que en otros momentos se hubieran dejado la mano por estrechar la suya, gente de memoria frágil e interesada, gente con poca vergüenza, gente que efectivamente no merecía estar allí.

 

Esto era para todos.

 

Esto para tí Mariano, como se que estarás en tu cielo, junto a tu Dios, junto a tu María Auxiliadora, y si es así nos veras, pues nos echas una mano que buena falta nos hace, y eso de descansar en paz, ni se te ocurra, tu con la “guainica” encima de la mesa de Dios, pues le pides y le pides, que lo necesitamos, no pares.  Además se que a tí eso no te cuesta ningún trabajo.

 

Hasta siempre Mariano y gracias por todo lo que nos has dejado, a ver si somos capaces de aprovecharlo y mejorarlo.

 

Pascual Ferrer Mirasol

 

 

 

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